jueves, 6 de marzo de 2014

LA GRAN DESCONOCIDA


UNA VENTANA A LA GRAN DESCONOCIDA

La ruta de los pueblos negros



 













No nos tenemos que ir muy lejos para encontrarnos en uno de los lugares más bonitos y con más encanto de nuestro país, la ruta de los pueblos negros. Para los que no seamos de por allí, diré que se encuentran en un enclave mágico en la provincia de Guadalajara, se trata de un conjunto de pueblos y aldeas cuya característica principal es la construcción de viviendas realizadas en piedra y pizarra, dando así el aspecto que da lugar a su nombre y consiguiendo estar a su vez en bonito equilibrío y constante armonía con la naturaleza que los rodea.





Son varios los pueblos y aldeas que conforman esta maravillosa ruta, y que , quedando a las faldas del imponente pico Ocejón, éste no les resta ni un ápice de  protagonismo.
En la vertiente oeste nos encontraríamos con El Espinar, Roblelacasa, Campillejo, Campillo de ranas y Majaelrayo .
 Como dato curioso , deciros que hubo una época en que Campillo de ranas se convirtió en el pueblo  del "si, quiero" debido a que fue propuesto por el alcalde como bonito escenario, para aquellas parejas del mismo sexo q se quisieran casar y tuvieran problemas para hacerlo en otros lugares, aumentando así de un modo considerable el número de bodas y visitantes y siendo éste pequeño lugar noticia hasta del mismísimo New York Times.
                                                                           

 En la vertiente oeste nos encontramos con Almiruete, Palancares , Zarzuela de galve y Valverde de los arroyos, siendo éste último el que particularmente más nos gusta para alargar nuestra visita.


  Merece la pena acercarse un fin de semana y alojarse en una de las muchas y acogedoras casas rurales que hay en la zona, permitiéndole a uno de esta forma, disfrutar de un paraje, que mires hacia donde mires no deja indiferente a nadie.
 Valverde, sin lugar a dudas , en un lugar para perderse, dónde te gustaría quedarte y al que tarde o temprano hay que volver.  Nada más llegar, verlo a los pies del Ocejón hace que uno se de  cuenta del gran marco natural que lo rodea. Como dato a saber, hemos de decir que no se puede aparcar el coche dentro del pueblo, excepto los residentes, es por ello que hay habilitado un parking situado a la entrada del mismo.
Una vez adentrados en sus calles, podremos observar con más detenimiento las casitas de piedra y los techos de pizarra, dando la sensación a quién lo visite, de estar en un sitio de cuento, dónde parece que el tiempo ha quedado anclado, ayudando de esta manera a ser conservado de la forma en que  fue construido. 



Encontramos varios mesones y restaurantes a lo largo de la ruta, por propia experiencia, recomendamos el mesón Los cantos, en Valverde,  por su relación calidad - precio, buena comida y su buen trato . Hay que tener en cuenta que si se va algún fin de semana que empiece a hacer buen tiempo, es aconsejable reservar mesa con antelación.
 Tras dar un agradable paseo por sus calles y visitar la plaza y sus rincones, una  opción más que aconsejable es acercarse hasta la chorrera de despeñalaguas.                    Comenzaremos el camino a los pies de un bonito prado, convertido ahora en campo de fútbol y como la gente del pueblo dice, zona multiusos. Una vez allí subiremos el camino que no tiene ni pérdida ni dificultad. Conforme uno se va acercando al lugar,  puede ir escuchando el cada vez más estrepitoso rugido del agua, disfrutando a su vez de un bonito paisaje. 
Tras andar poco más de unos 30 minutos, nos encontraremos ante este magnífico espectáculo.  Se trata de un impresionante salto de unos 80 metros que caen sobre una inmensa pared de piedra. Hay que tener en cuenta el calzado si se va en época de deshielo, ya que gran parte del camino se podría encontar lleno de nieve. Recomendamos de esta forma, hacer la visita en primavera, siendo esta la época de mayor caudal.

Después de la caminata, y tras andar entre robles, nogales y brezos entre otros, es un privilegio poder olvidarnos por un ratito de todo y pararnos a disfrutar de éste rinconcito de la naturaleza, del que muchos no saben de su existencia, pese a estar a poco más de una hora y media de Madrid. Otra opción que hay, si se dispone de más tiempo y si se disfruta con el senderismo, sería seguir el camino hasta subir a la cumbre del pico Ocejón, que por lo que nos han dicho, merece la pena por las increíbles vistas a las que uno se puede asomar.
 

Si habéis conseguido terminar de leer la entrada  entera,intuimos que será porque os ha gustado. Esperamos haber sabido dar a conocer este pequeño rinconcito que es tan especial para nosotras, animando así a todo aquel que sienta curiosidad, a visitar la zona y a contagiarse del encanto que esta desprende ¡¡ no sólo Valverde, sino también todos los demás pueblos de la ruta que son tanto o igual de bonitos como éste!!!
                                                                    




 

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